Gracias Bart, por tu respuesta y nueva declaración. Sospecho que ambos nos vamos a encontrar que empezamos a correr liebres en las cabezas del uno al otro cuando cuando no tenemos tiempo de andar en persecuciones. Pienso que la pregunta sobre la definición y la descripción de la apocalíptica mejor que sea una de esas; podemos hablar en otro momento sobre eso quizás...
Pero quiero comenzar donde tú terminas, que es la pregunta clave de tu libro.
(Y por supuesto estoy muy al tanto de la importancia de las emociones dentro de todo el debate, y no quiero reducirlo todo a la lógica fría; pero si uno está argumentando algo, los múltiples ejemplos del problema no proveen en realidad mayor fuerza al argumento)
Tu pregunta es, ¿cómo pueden acontecer todos estos horrores si existe un Dios poderoso a cargo del mundo? Mi comentario, en mi artículo previo, era que en los evangelios, el argumento de Jesús es, en efecto, "así parece cuando Dios está manejando el mundo" (una forma de decir "el Reino de Dios está a la mano"). Por supuesto que estoy consciente de los diferentes énfasis y matices en los evangelios, pero en sus diferentes maneras ellos concuerdan, creo, en esto: eso que estaba sucediendo durante la carrera pública de Jesús era actualmente la inauguración de "Dios estando a cargo del mundo" en una nueva forma. (en esto, a pesar de los distintos énfasis, los evangelios canónicos están de acuerdo en contra de los no-canónicos, ¿no te parece?)
Por supuesto, no parecía que los contemporáneos a Jesús estaban esperando que fuera así (victoria para Israel sobre sus enemigos, nuevos niveles de pureza alcanzados, etc). De la misma manera, tampoco parece ser lo que quisiéramos (Dios aboliendo las enfermedades, la guerra, el odio, los desastres naturales, etc, de un solo golpe). Pero parece haber sido la afirmación de Jesús de lo que estaba haciendo el Dios de Israel, el creador del mundo.
Desde ese punto de vista yo supongo que los evangelios constituyeron, y todavía constituyen, un reto a todas las expectativas, particularmente en las que relacionan - como lectores por cientos de años han encontrado difícil de realizar - la historia de Jesús de la inauguración del Reino con la historia de su crucificción y resurección. De alguna forma, dicen ellos, esto es lo que parece cuando el Dios bondadoso, amoroso y todopoderoso está a cargo del mundo. Podrás decir que si esto es lo que dicen entonces el Dios de quienes ellos hablan no es "todopoderoso" de la forma que podríamos haberlo imaginado, y sospecho que esto es en cierta forma correcto. Cerca del corazón de la proclamación de Jesús yace una sorprendente redefinición del poder mismo, que pareciera estar apuntando en la dirección de "Dios a cargo del mundo" (si esa es la expresión correcta) en lo que tú podrías llamar una manera abnegada, deliberada, casi de forma estudiada de manejar el mundo a través de los seres humanos obedientes, en ultima instancia sufrientes, con esa obediencia, y especialmente ese sufrimiento, de alguna forma instrumental en todo el proceso. Lo que "nosotros quisiéramos que Dios haga" - medir a Dios con nuestros estándares de "la forma apropiada en que un Dios bueno y poderoso debe manejar el mundo" - parece ser precisamente lo que Jesús estaba cuestionando.
El misterio de Jesús mismo, entonces, es para mi el corazón de - no la "respuesta", debido a que no creo que exista tal cosa como "la respuesta", sino - la matriz de pensamiento y la vida dentro de la cual el pueblo de Dios está llamado a continuar lidiando con el problema. Es aquí donde, en el Mal y la Justicia de Dios, trato de unir las discusiones tradicionales de la "expiación" y las discusiones tradicionales del "problema del mal" y sugiero que es extraño que ellas debieran alguna vez estar separadas, ya que ellas parecen ir de la mano tan estrechamente en la Biblia misma. (y no puede ser reducido, sugiero, a la lógica de "Dios castiga el pecado"; yo tiendo a incluir algunos elementos de ello en el motivo Christus Victor, el cual, si, involucra poderes cósmicos suprahumanos y todo lo relacionado. Cosa difícil es describirlas adecuadamente, mucho más difícil es, en mi perspectiva, de ignorarlas.)
Por eso, en mi opinión, los evangelios fueron escritos no solo para llevar la historia de Israel a su climax (Tengo en cuenta lo que dices sobre la gran historia y las multiples historias pequeñas, por cierto, me gustan las pequeñas historias que trascienden la costura, pero insisto en pensar que es parte de la tarea del teólogo cristiano el leer la Biblia como un todo y observar sus corrientes más grandes de pensamiento así como también las más pequeñas). Esto es parcialmente una repetición del debate entre Platón y Aristóteles, ¿no te parece? Creo que ambos necesitamos, el panorama completo como los pequeños detalles)... pero también genera una historia que continúa, según mi opinión, hasta el día de hoy y de hecho hasta el día en que Dios renueve por fin todas las cosas: la historia de aquellos quienes, siguiendo a Jesús, hicieron el proyecto de lidiar con el mal una realidad en y a través de sus propias vidas. Es por eso que se propagó la Iglesia, no por lanzar dogmas en las cabezas de las personas sino por vivir de una manera que trajo sanidad y esperanza, una forma arraigada en la victoria de Jesús en su inauguración del Reino y, no menos importante, al establecer el Reino en su muerte y resurrección. (y por supuesto - solo en caso que alguno tenga dudas - todos los cristianos que vivieron antes de la medicina moderna conocían mucho más acerca del dolor, del sufrimiento y la muerte aparentemente sin sentido de lo que la mayoría de nosotros lo sabe hoy, lo vivían de cerca y en la familia gran parte del tiempo. Y eso no sacudió su fe, o no drásticamente. "El problema del mal" como lo pensamos hoy día es una construcción post-iluminista).
Puedes ver (para volver otra vez), que insisto en pensar que si Jesús no se levantó de los muertos entonces no habría razón para tener alguna forma de fe Cristiana. Un judaismo melancólico, quizás, pero no una fe en uno que será, entonces, un profeta fracasado del Reino. Es porque creo en la resurrección de Jesús que estoy convencido que Dios el creador ha inaugurado su nueva creación la cual, al final, borrará todas las lagrimas de todos los ojos. Pero - y me pregunto si es en realidad la posición que mantenías cuando tú mismo eras un cristiano practicante - si uno cree, no meramente como un asentimiento intelectual a la doctrina sino una relación viva con Dios a través de Jesucristo, entonces el oscuro misterio del sufrimiento puede ser visto desde el contexto de su sufrimiento, y ser transformado por este.
Por supuesto, para su plenitud esto necesariamente genera, como ya he dicho, la vida de la iglesia en y a través de la cual el mal es tratado. Parte de la "transformación" es que los seguidores de Jesús van al trabajo como sanadores, reconciliadores, y así sucesivamente. Es por eso que los dos últimos capítulos de mi libro son un pequeño intento de decir que el trabajo de los creyentes en manejar las necesidades urgentes del mundo es en realidad una parte de la respuesta bíblica - si puedes llamarlo "respuesta"- al problema. Y, en el transcurso de ello, exploro la noción de "perdón" como aquello que no solo libera a la persona perdonada de la carga de su propia culpa, sino también libera a la persona que perdona de la carga de estar airado. Y sugiero que esto hasta podría aplicar para Dios mismo, al final... aunque creo que es un puente muy largo para algunas personas, y ciertamente para ti mismo.
Supongo que espero poder ayudar a otras personas llegar a una opinión similar a la mía (aunque, como solía decirle a mis estudiantes 25% de lo que digo está errado pero no sé cual 25% es). Yo no estaba dando a entender que era algo malo el persuadir a las personas, solo que si no piensas que estabas montando un argumento potencialmente concluyente este hizo surgir la pregunta si esta era la razón principal de por qué tú mismo dejaste de ser un cristiano. Pero esta pregunta podría dejarse para otro momento.
Tengo la sensación que apenas estamos empezando.. pero incluso si tu próximo artículo es el último en esta secuencia, gracias por el placer de pensar acerca de estos temas complejos pero urgentes.
powered by Disqus