Gracias Bart, por el registro claro y conmovedor de tu antigua fe, tus cuestionamientos, y tu eventual abandono de la fe cristiana. Me agradó escucharte decir que no escribiste el libro para alentar a otras al agnosticismo (aunque creo que esa es retóricamente la manera para la que funcionará para muchos), sino incentivarnos a pensar. Esto es algo que les digo constantemente a las personas: yo creo en la autoridad de la Escritura, y en la tradición cristiana como la comunidad del discurso dentro de la cual los cristianos escuchan esta escritura - pero también, de manera muy importante, en el uso apropiado de la razón. Nuestra cultura ha caído presa del emocionalismo, llevando a personas a decir "yo siento" cuando quieren decir "yo pienso", y luego - un cambio fácil- permitir a los sentimientos triunfar sobre el pensamiento, y de reemplazarlos definitivamente. De esta manera, creo que podemos estar de acuerdo ambos, encontramos el caos y la locura.
Hay dos grandes elementos de tu libro, y de tu escrito, que quiero tratar en esta primera respuesta.
Primero, tomar el punto sobre pensar y sentir, creo que el impacto retórico tanto de tus libros como de tu declaración inicial es apelar profundamente a las emociones, quizá particularmente a las emociones de las personas occidentales como nosotros que estamos aislados, geográfica y culturalmente, de muchos de los horrores en el mundo. Dedicas una gran cantidad de páginas en tu libro, y aún en tu artículo, en detallar los horrores, para recordar a los lectores lo que (¿seguramente?) las personas inteligentes ya saben.(Yo no habría sido capaz de recitar todas las estadísticas, pero ninguno de los fenómenos me fue una sorpresa)
Por supuesto que existe mucha miseria en el mundo, y para muchos (¿la mayoría?) de ellos es imposible decirles "hey, mira, algo bueno surgió de todo esto". Creo que ambos reaccionamos de la misma manera en contra de esta sugerencia. Una vez escuché a Rowan Williams sugerir que podría ser inmoral tratar de "resolver" el problema del mal, porque tan pronto como digas, "allí está, esto lo resuelve, ¿no?" has menospreciado radicalmente el problema, plegándote a ti mismo a la naturaleza real, poderosa y radical del mal. Pero no estoy seguro que fuerza lógica o moral(en oposición a la retórica) agregas a tu caso al describir con tal detalle los horrores del mundo.
En un sentido, simplemente nos traes de vuelta donde la Europa occidental se encontró a sí misma luego del terremoto de Lisboa en el día de los santos en 1755. Hasta entonces algunos habían dicho "observa el mundo, reflexiona acerca de él, y te darás cuenta que Dios existe y que el Cristianismo es cierto". El terremoto fue un llamado a despertar a la religión casual occidental, y precipitó toda la revolución del Iluminismo, primero hacia un Deismo independiente y luego al agnosticismo o ateismo. ¿Has hecho algo más que recapitular ese momento? Y, si no lo has hecho, creo que quiero pregutar: ¿no estabas consciente, mucho antes, de la escala de la maldad en el mundo - el Holocausto, los bebes que mueren, los "inexplicables" desastres naturales, y así sucesivamente? ¿no estás insinuando que las personas (como yo por ejemplo) quienes se mantienen firmes a la fe cristiana de alguna manera fallan en darse cuenta de estos horrores, o de reflexiones sobria y profundamente sobre ellos, o si? ¿y si, como dices, tu libro (y tu artículo) no constituyen un argumento en contra de la fe cristiana (si reflexiones en estos asuntos te darás que la afirmación cristiana es increible), puede que no se vea que el cambio en tu propia posición que has descrito es un cambio que sobrevino, no a causa de un argumento lógico, sino por otros factores (no especificados), con el problema del sufrimiento, proveyendo un respaldo a un peregrinaje cuya principal energía viene de algún otro lugar? No estoy diciendo que los argumentos no son importantes. Estoy tratando de entender lo que dices cuando niegas que constituyes una apelación a cualquier otro de seguir tu camino.
Segundo, concerniente a tu manejo y descripción de la Biblia y la fe cristiana. Quiero examinar el asunto con tu análisis del material bíblico. Aquí es donde debo referir a mi propio tratamiento del mismo problema en "el mal y la justicia de Dios", que forma parte del fundamento para mi nuevo libro sorprendido por la esperanza. No se si has leído alguno de ellos, pero en los libros mencionados doy un registro muy diferente al tuyo del material del Antiguo Testamento, viendo el llamado de Abraham no como Dios simplemente llamando a Abraham "a estar en una relación especial con él" sino el momento en que Dios inicia su plan a largo plazo para rescatar el mundo de su miseria. En otras palabras, leo la historia de Israel como un todo (no solamente en sus partes individuales, que por si mismas, sacadas de ese contexto, podrían ser reducidas a "Israel pecó, Dios les castigó, " etc) como el relato de la teodicea-en-práctica: "esta es la narrativa a través de cuyo trabajo el Dios creador eventualmente enderezará todas las cosas. Por tanto las promesas de Isaías 11 y así sucesivamente.
De aquí surgen tres puntos secundarios. Primero, tu lectura de la "apocalíptica" parece inexacta en términos de sustancia y realmente obsoleta en términos de escolaridad. La aguda disyunción entre "profético" y "apocalíptico" y la caracterización de apocalíptico en términos de dualismo, pesimismo, etc, es engañosa, surgida de una antigua erudicción que no tenía simpatía por lo que los apocalipticos trababan de realizar.
Segundo, me sorprendí cuando discutiendo a Pablo nunca mencionas que Romanos se trata completamente sobre la justicia de Dios, es decir, la cuestión misma de todo su libro; reduces el entendimiento de Pablo a un registro sustitucionario y simplista de la cruz, la cual, aunque importante, no captura la imagen completa o su argumento completo.
Tercero, nunca observaste la manera en que los evangelios ofrecen por si mismos como el climax del relato que inicia en Abraham de Israel como la respuesta de Dios para el problema. La inaguración de Jesús del Reino de Dios (y la culminación de la inauguración de ese reino en la cruz y rsurrección). Como he argumentado en algún otro lugar, fue precisamente su respuesta a la pregunta "Como sería si Dios rigiera el mundo" - la cuestión principal de tu libro. No fue claro para mi si estabas diciendo que Jesús estaba equivocado en sus creencias y enseñanzas.. tenía la sensación, constantemente, que la fe cristiana que negaba era una particular del Protestantismo Norteamericano que no creo que haya hecho justicia por si mismo al material.
En particular, por supuesto, la resurrección de Jesús es absolutamente central para mi. Como muchas personas antiguas y modernas, no lo encuentras creíble. Si no creyese esto no tendría las creencias que tengo sobre otras cosas.
Hay otras cosas, pero creo que es suficiente para iniciar. Sospecho que estaremos frustrados al estar limitados a tres artículos. Ambos ya hemos duplicado el límite de 500 palabras en estos primeros artículos. Estoy contento con ello si tú lo estás.
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