lunes, diciembre 27, 2010

Blogalogo - NT Wright « La Biblia da respuesta al problema del mal - de esta manera »

Gracias, Bart, por esta respuesta característica (dirías tú contundente) y fresca declaración. (Veo con agrado que) Has dedicado unas cuantas líneas más en esta ocasión y yo estaré feliz de hacer lo mismo también.

Permíteme empezar tratando de aclarar los dos primeros temas que trajiste a colación. Los voy a tomar en orden inverso por una razón que se va a hacer más clara.



Yo no estaba sugiriendo que abandonaste tu fe porque intelectualizaste tu entendimiento de ella. Me estaba preguntando si el argumento de tu libro - existe mucho sufrimiento, la Biblia no explica satisfactoriamente la razón, no puedo reconciliarme con un Dios bueno y poderoso - fue la razón por la que abandonaste tu fe, o si no, cuál fue la razón, y cómo esa razón se relaciona con el argumento del libro.

Por lo que dices me parece que aunque dices que solías decir que tenías una relación con Dios a través de Jesucristo y ahora no la tienes, y que el argumento sobre el sufrimiento es como si hubiese reforzado la sensación de que algo ya no tiene sentido para ti. (¿o estás diciendo que el argumento precipitó la perdida de una relación? quizá dirás que "te fuiste por buenas razones" ¿estaban esas razones en el libro? si es así, cómo difiere de un argumento intelectual que llega a una conclusión?) Ciertamente no estoy tratando de poner palabras en tu boca o ideas en tu cabeza pero para asegurarme de haber escuchado los que dices. Después de todo hablas muy poco, en el libro y en tu primer artículo, acerca de tu pérdida de fe, y estaba queriendo asegurarme de escuchar lo que decías y cómo esa pérdida se relacionaba con el argumento del sufrimiento.

De allí por qué me preguntaba (tu primer punto, el segundo mío) acerca de la fuerza que es agregada al punto que propones en tu libro (o - pienso de repente- ¿tú libro no estaba proponiendo un punto, después de todo, sino más bien expresando una emoción?) al dedicar, digamos, veinte páginas describiendo el Holocausto en detalle en lugar de resumirlo todo en uno o dos páginas. Aun estoy tratando de lidiar con la relación entre la estrategia retórica de tu libro (restregando en la nariz de tus lectores los horrores del mundo) y la sustancia real del punto que propones. No estoy diciendo del todo que los números no importan ni trato de reducir las cosas a la lógica fría...

Vamos a los puntos sustanciales. Creo que diferimos en lo que puede significar "la perspectiva bíblica del sufrimiento". Esta frase es, como aparece ahora, bastante ambigua. Estás tratando de llegar a "lo que dice la Biblia acerca del por qué del sufrimiento". Yo argumenté en mi libro que la Biblia en realidad no nos da una respuesta como tal a esa pregunta - por qué, por ejemplo, había una serpiente en el jardín del Edén en primer lugar - y que la "perspectiva bíblica del sufrimiento" es más acerca de lo que el Dios creador está haciendo acerca de ello o con él. De este modo podríamos de hecho estar hablando con propósitos cruzados más de lo que me había dado cuenta.

En otras palabras, no creo (por ejemplo) que Amós y otros estuvieran escribiendo con el fin de tratar el problema de la teodicea (¿por qué suceden estas cosas malas? ¡Es porque ustedes han sido depravados!) pero tú dices: "Israel - YHWH te ha llamado a ser su pueblo santo, y si fallas en este punto, el mundo se descarriará, ¡y ustedes descubrirán lo que esos significa! en otras palabras, los profetas en general no estaban respondiendo nuestra pregunta filosófica, sino actuando (así parece que creían) como portavoces de la alianza con Dios. Claramente Job (y el salmo 73 y algunos otros pasajes) están tratando el problema filosófico más directamente, y estoy de acuerdo que las respuestas allí parecen desconcertantes, aunque creo que tiene respuestas verdaderas, "aquí hay algunas razones por las cuales no serás plenamente capaz de entenderlo en la vida presente". Si, es un rompecabezas el final de Job, pero mi estrategia para este rompecabezas difiere de la tuya, creo yo. (Observa mi libro "Escritura y Autoridad de Dios", publicado en USA bajo el maravilloso título "La Última Palabra".

Por debajo de todo esto estoy de acuerdo con una cita de Bonhoeffer que me ha perseguido desde que la escuché cuando era un estudiante: el pecado original de la humanidad, en Génesis 3, es poner el conocimiento del bien y el mal antes que el conocimiento de Dios. Esto podría significar un encogerse los hombros (¿quién soy para entender tales misterios?), pero podría y yo pienso que debería ser algo de mayor riqueza: un reconocimiento de que el tipo de criaturas que somos nunca va a estar en posición de establecer una línea moral e insistir que Dios - si existe un Dios creador - se ciña a ella. Es como reconocer que el telescopio que tengo, aunque sea muy bueno para ver la luna, Júpiter, Saturno y otras glorias, nunca me dejará observar un agujero negro, o varias otras astros de alta energía que los físicos y astrónomos me dicen que existen allá afuera. El instrumento en cuestión - mi humanidad criatura y rebelde por naturaleza - no puede recoger todos los misterios de Dios y el mundo. Por supuesto, existe una continuidad entre la perspectiva de Dios del bien y el mal y la nuestra, o esto haría que el caos viniera de nuevo. Pero nunca estaremos en posición de juzgar a Dios (si es que existe uno). Esto no es un tópico piadoso, sino más bien una realidad ontológica obvia.

Pero el asunto principal que la Biblia tiene para ofrecer, todavía creo - y no, no es un canon dentro del canon, sino más bien ¡una narrativa ofrecida por el canon mismo! - es el llamado de Abraham como aquel a través del cual se maneja y se resuelve el problema de la difícil situación humana, y el tiempo que transcurre en esa llamada, y la historia de los descendientes de Abraham, no como la explicación del por qué existe la maldad, el sufrimiento, etc, sino el relato de lo que está haciendo hoy el creador en relación a ello. Yo me mantengo entonces a los otros temas dentro de este que, creo yo que es algo justo que un judío o un teólogo cristiano puede hacer. Aprecio que no leas la Biblia de esta manera, y es una larga conversación que podremos tener en algún otro momento. Como suelo decir, necesitamos los grandes relatos así como los pequeños detalles. Y los detalles - incluyendo Amós, el diluvio, el Apocalipsis - se mantienen dentro de esta narrativa más grande, no perlas aisladas de argumentación filosófica ('ahora voy a explorar de qué se trata el sufrimiento')

Como digo en el libro, una vez que Dios decide (con el llamado de Abraham) trabajar en lidiar con el problema del mal a través del pueblo que es parte del problema así como parte de la solución, va a existir un gran desorden, que alcanzará su climax  cuando Dios no solo se llene los pies de barro con el desorden del mundo sino también cuando sus manos se llenen de sangre con los clavos del mundo (por supuesto, lo olvidé: tú no piensas que el NT, sus fragmentos más tempranos, creen en la divinidad de Jesús, no? Estoy genuinamente desconcertado por ello. Esto parece abundantemente claro en Pablo, como yo y muchos otros han declarado en varios lugares)

Esta no es, por supuesto, una respuesta total sino una señal en esa dirección. Y, somo como un incentivo - ¿estás seguro que Eclesiastés no considera que habrá un juicio futuro - en otras palabras, un día de juicio cuando el creador arreglará las cosas? ¿cómo lees los pasajes (3:17, 12:14) que parecen decir que lo habrá? ¿y qué haces con los pasajes (2:26, 5:6) donde Eclesiastés parece compartir lo que tú ves como una perspectiva profética, que Dios hace que cosas malas le sucedan a personas malvadas?

Pero la verdadera línea divisoria, todavía - Y tú todavía no la has tratado - viene con la resurrección. Yo creo, y creo los primeros cristianos pensaron, y creo que los evangelistas (si, de maneras diferentes) pensaron, que el reino vino a través de la muerte y resurrección de Jesús. No "vino" completamente, por supuesto; pero, en el lenguaje usual, fue radicalmente inaugurado. El mito del "retraso de la parousia" ha crecido ampliamente en el mundo moderno para llenar el vacío dejado cuando los eruditos insisten que la resurrección no sucedió. Para los primeros cristianos, el nuevo mundo de Dios - el mundo donde lo escrito por Dios se cumple - ya había iniciado, y estaban viviéndolo por el poder del Espíritu. Las cosas ciertamente cambiaron. Los primeros cristianos en realidad marcaron la diferencia (observar el notable libro de Rodney Stark sobre el Surgimiento del Cristianismo). Si, por supuesto, los terremotos y los tsunamis aun ocurren. Los escritores del NT sabían eso también como nosotros lo sabemos, y fueron y dijeron que Jesús ya era el Señor, no simplemente que lo sería algún día. Ellos en su mayoría no ofrecían, tampoco, un análisis de "por qué el mal/sufrimiento pasa", sino que implementaban el desafiar el mal/sufrimiento trabajando en el Reino descrito por Jesús en el poder de Dios no en una teocracia todopoderosa repentina, desvaneciendo todo el mal de un plumazo, sino continuando el trabajo en el modelo de Jesús mismo y sus parábolas.

Así que si tú dices que estoy perdiendo algunas cosas, creo que tú también lo haces - y algunas cosas importantes. No solamente la resurrección, sino también (vuelvo a esto) la exposición masiva de Pablo de la "Justicia de Dios" en Romanos. Romanos es mucho, mucho más grande que "cómo los pecadores encuentran un Dios de gracia". Es "¿cómo es que Dios parece ser justo?", que es quizá la forma más cercana, junto con Job, en que la Biblia trata directamente con tu pregunta. De manera interesante, Pablo insiste con la respuesta por el relato de Abraham y, por supuesto, el relato sobre Jesús y particularmente su muerte y resurrección. Me encantaría saber como tú manejas eso.

Así que, para responder a tus cuatro proposiciones (¡teniendo en cuenta como dices que las proposiciones no son la suma y la sustancia de la fe Cristiana!):


  1. No creo que gran parte de la Biblia maneja realmente la pregunta "¿por qué existe el sufrimiento?" sino más bien "¿qué está haciendo Dios en relación a ello?". Cuando ocurren las secuencias de causa-efecto, como en Amós, etc, Yo las leo dentro del llamado profético a Israel y las advertencias, propia de los humanos en general y el pueblo de la Alianza en particular, acerca de las consecuencias de no ir conforme a los propósitos del Creador. (si yo le digo a mi hijo adolescente "la razón por la que te saliste del camino es porque ibas muy rápido a través de la curva", estoy apuntando una secuencia causa-efecto que aparentemente estaba ignorando. No estoy diciendo que todos tus ejemplos son de esta manera pero creo que alguno de ellos lo son)
  2. Si insistimos en poner cosas que la Biblia dice en una matriz de nuestras propias preguntas, frecuentemente encontraremos contradicciones aparentes. (esto, por cierto, es parte de mi respuesta acerca de los evangelios, pero ¡trabajar la idea me tomaría todo un libro completo!). Si yo conduzco alrededor del perímetro de una gran ciudad, observaré varias señales diferentes hacia el centro. Dirán muchas cosas, porque estaré en lugares diferentes; pero todos están apuntando a una misma realidad. Como todas las ilustraciones, esta es por supuesto inadecuada pero ofrece una advertencia contra presumir "contradicciones" donde no existe alguna. (Ejemplo obvio: la visión "negativa" de Pablo sobre la ley y su visión "positiva" en Romanos. ¿ha cambiado de parecer? No. Somos nosotros quienes hemos venido a él con nuestra pregunta: ¿existe una visión negativa o positiva de la ley?. Pablo, sin embargo, está luchando con la compleja historia del pueblo de Dios, no marcando casillas en un cuestionario de teología dogmática)
  3. No creo que los pasajes que refieres signifiquen "respuestas a la pregunta" independientes. Si, hacen surgir problemas naturales que he tratado de abordar en mi libro, pero no para decir, "bueno, eso fue una pobre respuesta" y dejarlo como está.
  4. Bueno, ¡es bueno que podamos estar de acuerdo al menos en esto! y esto es, por supuesto, a un nivel bastante profundo por qué me fui de la academia hace 15 años y he tratado, a través de energizar la iglesia más directamente, de llegar exactamente a esto en la agenda. Pero esto me lleva a mi pregunta final - para tocar un punto que hice en nuestra entrevista de radio: ¿Por qué, tomando por sentado tu cosmovisión, deberíamos molestarnos?¿Por qué no "comamos y bebamos, que mañana moriremos", y agradezcamos a las estrellas que podemos hacerlo? El otro lado de la moneda del "problema del mal" es, después de todo, "el problema del bien": Si no hay Dios, un creador bueno y sabio, ¿Por qué existe un impulso por la justicia y la misericordia tan dentro de nosotros? ¿Por qué existe la belleza, el amor, la risa, la amistad, la dicha?¿Cómo notamos la diferencia entre Eclesiastés y Sarte? La Biblia, por supuesto, tiene algunas respuestas a esas preguntas. Pero me gustaría escuchar la tuya.

Creo que esto sería el final. Pero quizá sea solo un punto y coma. Gracias por el diálogo y el estímulo de debate. Es frustrante ser tan breve, pero es mejor que nada. Gracias por aguantar a un teólogo incorregible.

Tom
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